domingo, 16 de mayo de 2010

Sentencia brutal contra el amor






Monumento erigido por José Delarra en homenaje a los esposos Rosenberg (Foto: Joaquín Hernández Mena)

Por Orlando Ruiz Ruiz

hace 55 años, en los Estados Unidos de América se cometió uno de los crímenes más abominables de la historia: la ejecución de los esposos Rosenberg

Tras un proceso judicial cruel y amañado en que la manipulación de la verdad y el odio visceral hacia el campo socialista prevalecieron por encima de toda razón, el 19 de junio de 1953 Julius y Ethel Rosenberg fueron ejecutados en la silla eléctrica.

En el trigésimo aniversario del asesinato de los esposos Rosenberg el desaparecido escultor José Delarra levantó un monumento a la pareja mártir, en la intersección de las calles Zapata y Paseo, de la Capital cubana.

La obra artística consagrada a reivindicar a quines fueron víctimas del odio y la injusticia, es única en el mundo.

En el homenaje de recordación a los Rosenberg, el 19 de junio de 2003, Delarra declaró a una reportera: “Haber realizado este monumento es un gran honor (…) La idea fue de Estela Bravo, la reconocida cineasta norteamericana; ella me hizo enamorar del proyecto, me leí todas las cartas que Ethel y Julius intercambiaron durante el período en prisión, y quise hacer algo de una enorme sencillez, pero con mucha fuerza, pues esos ladrillos significan las mazmorras donde estuvieron prisioneros antes de ser asesinados.”

En la capilla del hombre




Diálogo entre el escultor cubano José Delarra (1938-2003) y el pintor Oswaldo Guayuasamín, mientras que Delarra le esculpía una cabeza al artista ecuatoriano. (Foto: Gloria Leal)

Por Flor de Paz


D: - Guayasamín, pienso hacerle una cabeza como si fuera una montaña. Vamos a ver si de aquí sale una buena montaña. Un mogote de esos que rodean Guayaquil.

G: - ¿Y tú trabajas sentado?

D: - Siempre trabajo de pie. La escultura no es cosa de estar sentado, pero en este caso, ¿se imagina que yo lo tenga de pie una hora?¿Y usted Guayasamín, se ha hecho alguna escultura?

G:- Me tengo miedo, aunque me he pintado tres autorretratos. Para este último, un retrato al óleo para el Museo de los oficios, en Florencia, utilicé un espejo que estaba muy bien ajustado al caballete, pero al terminarlo el espejo se vino abajo y se hizo pedazos, no resistió la carga de la emoción. Sobre esta anécdota han hecho una película muy linda.

D: -¿Usted tiene nuevos planes ¿Qué está haciendo ahora?

G. – Barbaridades. Trabajo en la Capilla del Hombre. En realidad es una catedral, no una capilla.

D: - ¿Pensó en una capilla y va por una catedral?

G:- Sí, el nombre de capilla es porque es un cuerpo arquitectónico creado por mí mismo que tiene unos 40 por 40 metros, casi 10 metros el primero piso, que va dentro de la tierra, el segundo que sale a nivel y una cúpula.

D: -¿Ya está hecho el edificio?

G: -Se construye ahora la loza del primer piso, que es la más grande de América Latina. Solamente tiene sostenes en las paredes exteriores, es una loza volada. Esta Capilla del Hombre vamos a inaugurarla el primero de enero del próximo siglo. Hasta este momento tengo dibujados unos 1500 metros de murales. La fusión de la base y la pintura, tienen un pronóstico de duración, según cálculos computarizados, de 2000 a 3000 años, si se cuidan bien.

D: _No es el caso del óleo y la tela.

G:-El óleo y la tela son dos cosas extrañamente distintas. Un óleo muy bien cuidado no dura más de 600 años. Los frescos del renacimiento están deteriorados; sin embargo, los realizados por los mayas hace miles de años se conservan como si los hubieran hecho ayer.

D: -Hace unos años estuve en las cuevas de Altamira y me impresionó como se conservan allí los trazos del carbón realizados por el hombre del Paleolítico.

G: -Machu Pichu, El Cuzco. Ese es otro mundo extraordinario.

D: -Tuve indios mayas como ayudantes en los monumentos que he hecho en México y los he firmado con el nombre mío y el de ellos.

G: -¡Muy bien!

D: -Y un gobernador que inauguró uno de estos complejos me preguntó por qué hacía eso. Le contesté: “con los pobres de la tierra –como Martí- quiero yo mi suerte echar”. Ellos ayudaron en la realización de esas obras y tuve la oportunidad de enseñarles a tallar las letras en español, idioma que no dominan, y lo hicieron muy bien. ¡Es que el espíritu ancestral se apodera de ellos! Sin embargo, también los incas fueron los más grandes ingenieros de su tiempo.

G: -Hay que estar en el Cuzco para sentir eso.

D: -Tenemos una cultura envidiable. Martí dijo una frase cuando contempló Chichón Itzá: “Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra”. Muchos conocen a Grecia, pero no tantos las riquezas culturales de América Latina.

G: -Quito está fundada hace 3 000 años en la línea financial del Ecuador, cuando en Europa no se sabía todavía que la Tierra era redonda, y Colón tuvo que explicárselo a los reyes católicos.

D: -Pero de todas maneras no entendían nada y a veces da la impresión que todavía no entienden nada.

G: -Así es, tienen que venir, ver lo que es La Habana, ver lo que es Quito,

D: -Hay una historia que cuenta que un ilustrado español daba una conferencia donde decía refiriéndose a los aborígenes de América: “aquellos hombres ignorantes pensaban que hombre y caballo eran la misma cosa”. Y sale uno del público y dice: “todavía lo seguimos pensando”.

G: -La gran sabiduría de nuestros antepasados está por conocerse en el mundo todavía.

D: - Me sentí muy emocionado el otro día en la premiación del concurso que la Fundación que usted dirige había convocado por el 70 cumpleaños de Fidel. Él reveló en su discurso la sabiduría ancestral que anima el pensamiento latinoamericano.

G: -Fue una cosa emocionante. ¡Una maravilla!

D: -Y la niñita vietnamita que leyó el cuento

G:- ¡Esa vietnamita, esa niña vietnamita! ¡Carajo! Todo el mundo se puso a llorar.

D: -A mi se me saltaron las lágrimas. Pero bueno: ya está terminada la montaña. Ahora usted tiene una cabeza cubana y le he puesto: Con el mismo cariño que le tienes a Fidel.(Publicado en el periódico Juventud Rebelde)

sábado, 1 de mayo de 2010

Otro homenaje en La Habana al maestro José Delarra

La Asociación DELARRARTE presentó ayer en la Ciudad de La Habana la muestra El zapatazo de Delarra, en homenaje al 72 cumpleaños del desaparecido escultor, pintor y grabador cubano. La muestra tuvo lugar en la Casa Yeti y acogió a numerosos artistas de la plástica cubana contemporanea que participaron en el evento. Cada uno pintó su "zapatazo".



El artista José Delarra



Algunas imagenes de la presentación y entrevista concedida a la revista Canarias semanal