jueves, 9 de septiembre de 2010

Réquiem por Delarra

(Recientemente hemos hecho contacto con un viejo amigo y hemos recuperado este texto que escribió al conocer en Galicia de la muerte de José Delarra, ocurrida en La Habana en agosto de 2003).
  
 XOSÉ NEIRA VILAS

  De La Habana me llegó la noticia de la muerte del escultor José Delarra. Me quedé estupefacto. Éramos amigos desde hace 40 años. Y como ocurre siempre acuden a mi memoria recuerdos múltiples de aquel hombre sencillo, cordial, apasionado artista y trabajador incansable, que nos legó una obra enorme en cantidad y calidad.
  En los primeros tiempos de nuestras relaciones yo trabajaba en la dirección de Relaciones Internacionales del Ministerio de Industrias, en el casco histórico de la ciudad, y él tenía su estudio a pocos pasos, en la calle O´Reilly. Nos  veíamos diariamente. Le dije un día (sin vocación ninguna) que quería aprender algo de su arte. Sonrió, me puso delante un caballete y a la izquierda una botella para que la dibujase. Fracaso total. Recordamos juntos esta lección muchos años después.
  Lo vi modelar en terracota (para luego fundir a pie de obra) grandes monumentos –Martí, Máximo Gómez, Engels, Maceo…); Ví estatuas hechas por el en plazas y paseos; vi en Santa Clara el gran mausoleo dedicado a Che Guevara y sus compañeros; conozco más de 30 medallas y condecoraciones talladas y fundidas por su mano; pude admirar en Cancún la original estatua de Martí y el monumento que representa la historia de México. También Galicia sabe de la obra de este artista. Podemos ver bustos de Martí en Compostela, en Coles (Orense) y en Láncara (Lugo). Le gustaba Galicia y aquí vivió una temporada cuando apenas tenía 18 años y volvía de Francia, Suiza, Alemania, El Vaticano y Barcelona. Venía de trabajar con los mejores maestros de entonces: Vitorio Macho, Clará, Marini, Berti….

 Regresó a Cuba cuando triunfó la revolución. Anduvo con un camión cargado de barro por pueblos y ciudades, modelando figuras con afán didáctico; creó la Feria Popular de Arte, en la Plaza de la Catedral; dirigió el Consejo Provincial de Cultura en la Ciudad de La Habana y la Escuela de Artes Plásticas San Alejandro. Ahora nos dejó, en la plenitud de su labor. Siempre lo recordaré y lo recordarán miles de cubanos. Recordaré los viajes con él en moto, el busto de Curros Enríquez, la restauración de óleos con las imágenes de Rosalía de Castro y Pascual Veiga, la inauguración de la Sala Castelao. Era fraterno amigo, gran artista y hombre de este tiempo.
  (Publicado en el periódico El Correo Gallego y en el libro “Arredor do mundo”)




Xosé Neira Vilas (Gres, Vila de Cruces, Pontevedra, 1928), narrador, ensayista, periodista y poeta en lengua gallega.
Emigró a Buenos Aires en 1949. En la capital argentina alterna el trabajo con la formación autodidacta, manteniendo sus vínculos con Galicia en los centros de la colectividad gallega emigrante. Se casó con la escritora cubana Anisia Miranda, hija de gallegos, y se trasladó a Cuba, donde desarrolló su labor literaria.
 Tras 41 años en la isla caribeña, regresa a Galicia  en 1994 para vivir en Gres donde dirige la Fundación Xosé Neira Vilas y continúa con su labor cultural y periodística , aun tras el reciente fallecimiento de Anisia.
Es miembro numerario de la Real Academia Galega, Doctor Honoris Causa por las Universidades de A Coruña y La Habana, Premio de la Crítica Española (narrativa) y premio de la Crítica Gallega (ensayo). Le fueron concedidas las medallas Castelao, Pedrón de Honra y Celanova Casa dos Poetas.